Séneca, el filósofo Hispano

Publicado el 16 de septiembre de 2023, 16:01

Lucio Anneo Séneca nació en Córdoba, España, aproximadamente en el año 4 a.C., en pleno auge del Imperio Romano dentro de la provincia de Hispania. Provenía de una familia distinguida y de alta sociedad. Filósofo y preceptor del emperador Nerón, Séneca es una de las figuras más conocidas dentro del estoicismo. Sin embargo, a pesar de que de él se ha dicho a menudo que no vivió según los ideales estoicos que predicaba, sus enseñanzas han traspasado siglos, culturas y formas de pensamiento hasta llegar a nuestros días.

 

Su familia gozaba de una buena posición por lo que Séneca recibió una amplia formación en todas las disciplinas que se esperaba que dominase un futuro senador, especialmente la retórica y la filosofía. En el 31 d.C. se instaló en Roma e inició su carrera política empezando por la magistratura más baja, la de cuestor. Pronto se hizo patente su gran talento para la oratoria y se convirtió, pese a su juventud, en una de las voces más respetadas del Senado. Pero este prestigio jugó en su contra cuando en el año 37 Calígula fue proclamado emperador, ya que una de las primeras cosas que hizo fue condenarlo a muerte, el motivo fueron los celos que sentía el nuevo emperador al no ser un orador tan brillante como él. Se salvó de la condena gracias a que convencieron a Calígula de que no valía la pena granjearse enemistades por alguien que no tardaría en morir de forma natural debido a su mala salud; pero puesto sobre aviso, Séneca se retiró de la vida pública.

 

En el año 49 la esposa de Claudio, Agripina, le permitió regresar a Roma. Agripina nombró a Séneca tutor de su hijo Nerón, candidato a suceder al emperador Claudio. En el momento de su ascenso al poder Nerón tenía solo 17 años, por lo que los primeros años de su principado estuvieron de facto dirigidos por Séneca. Oficialmente era consejero del nuevo emperador, pero a la práctica todas las decisiones eran tomadas por el y otros consejeros. En las valoraciones de los historiadores romanos, el mejor periodo de gobierno de Nerón fue, precisamente, este en el que no gobernaba. Séneca, gracias a su influencia en el Senado, promovió una serie de leyes que aligeraron la presión fiscal, disminuyeron la corrupción y mejoraron el trato a los esclavos. Finalmente fue acusado de complicidad en la conspiración para asesinar a Nerón. Por esta razón fue obligado a suicidarse en el año 65.

 

Parte del estoicismo de Séneca es reconocido como uno de los antecedentes más importantes de las preocupaciones modernas sobre el dar forma a nosotros mismos y a nuestras vidas. Su obra se caracteriza por la ausencia de tecnicismos y por enfatizar las cualidades prácticas de la filosofía. Defendía la idea de la igualdad de los hombres y un estilo de vida basado en la moderación. Está última representaba la vía a la felicidad.


Séneca veía los obstáculos y las adversidades de la vida como una oportunidad de virtud, de prosperar, de crecer, de ser mejor persona.

“No hay nadie menos afortunado

que el hombre a quien la adversidad no tiene

oportunidad de ponerle a prueba”

 

...enseñaba. En este sentido, la filosofía estoica ofrece un entendimiento de la adversidad que, en términos generales, nos invita a aceptarla y vivirla, no con mayor sufrimiento o dolor del que le es implícito, sino sólo como un aspecto propia de la existencia y del cual nadie está exento, además de que se trata de una circunstancia que cuando se viven así, usualmente nos reportan también aprendizajes invaluables y fortaleza para nuestro ánimo. Para él todo estaba en la mente y en cómo percibíamos tales acontecimientos. Séneca escribió:

 

“Cada hombre es tan desgraciado

como cree serlo, todo depende de

la opinión que de un mal se tiene”

 

La forma en cómo pensamos y de qué manera respondemos, tiene una capacidad mucho mayor de destruir nuestra vida que cualquier desafío al que podamos enfrentarnos. La rapidez y la responsabilidad con que reaccionamos ante la adversidad es mucho más importante que la adversidad en sí misma. El gran desafío de la vida es controlar el proceso de nuestro propio pensamiento.

 

Para Séneca, al igual que los pensamientos, las emociones tienen la capacidad de impulsarnos hacia un futuro afortunado o desastroso. Los sentimientos que llevamos dentro de nosotros acerca de los demás, de nuestro trabajo, de nuestro hogar y del mundo que nos rodea, conforman todos juntos nuestra actitud. Con la actitud adecuada, los seres humanos podemos mover montañas. Con una actitud incorrecta, podemos ser aplastados por el granito de arena más pequeño. Tener una actitud adecuada es un requisito previo que resulta esencial para el éxito y la felicidad, es uno de los elementos fundamentales de una buena vida. Debemos aprender a gestionar las emociones como la ira y el enfado de forma adecuada y mantenerlas bajo nuestro dominio y control. Este maestro enseñaba:

 

“La ira: un ácido que puede hacer más daño


al recipiente en la que se almacena, 


que en cualquier cosa sobre la que se vierte”

 

 

Séneca afirmaba que la vida era corta, por lo que aconsejaba no perder el tiempo lamentándonos del pasado o esperando al futuro, porque de esta manera lo único que conseguiremos es desperdiciar el momento presente, el ahora. Es necesario aprender a vivir, cultivando nuestra mente y espíritu. Mientras te distraes la vida se apresura y entre tanto, llega a su fin; por lo que aprovecha las enseñanzas de este gran filósofo, dedica tu tiempo a las cosas que de verdad importan y afronta las adversidades que te deparará la vida como una oportunidad de crecimiento.

 

 

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